viernes, 25 de marzo de 2011

25-03-2011

Se puede. Yo creo que se puede. Todos los días, hasta que muramos. A las ocho de la tarde, por ejemplo. No importa lo que estemos haciendo..., parémonos durante un minuto. Un sólo minuto. Y, en silencio, visualicemos un mensaje de amor y esperanca para el mundo y la humanidad. No cuesta nada y, sin embargo, aporta mucho. Porque, una mente y un corazón ya tienen fuerza de por sí. Pero admito que me puedan decir que UNO sólo poco puede hacer. Si bien, llegado el caso, yo contestaría que TODOS somos UNO, pero...,bueno..., puedo admitir la poca fé en la individualidad (uno de los males de nuestro tiempo).

Pero, sin embargo, si somos más que UNO durante ese minuto de visualización de amor y esperanza..., hasta los más recalcitrantes deberán admitir que la cosa cambia. Si somos decenas, cientos, miles, millones...., entonces yo aseguro con conociemiento de causa que moveremos el planeta y la humanidad hacia el lugar que le corresponde. Y con tan sólo un minuto al día, durante días y días y días...

Porque los temas que ocupan tus pensamientos preparan el camino para tus experiencias futuras. Porque todo pensamiento-sentimiento mantenido durante el tiempo suficiente acaba adquiriendo la fuerza necesaria para atraer su esencia a tu experiencia. Porque si puedes imaginarlo, es porque es posible. Porque en este Universo no es necesario competir por los recursos, pues dichos recursos son ilimitados. A lo sumo estarán mal repartidos y por eso puede que te prives de recibirlos y por eso percibas escasez, pero en realidad es una creación tuya. Porque yo soy lo que soy y estoy contento de serlo, disfruto siéndolo. Y tú eres lo que eres, y aunque quizás seas distinto de lo que yo soy, también es bueno. Porque no estás aquí para probar que eres merecedor/a; ¡eres merecedor/a! Porque no es necesario probar nada a nadie con tus palabras. Deja que lo que eres sea el ejemplo más claro que inspire a los demás.

Porque todo depende del enfoque. Y porque todos somos uno...