lunes, 6 de diciembre de 2010

14-06-2008

Esto fue lo que me dijeron y me enseñaron desde bien pequeño:

1-La vida es muy dura.
2-Has de luchar constantemente.
3-Hay que ser ambicioso.
4-Hay que ser "anti" todo aquello que no te guste.
5-¡Por Dios! Los pies siempre en el suelo.
6-El ser humano es limitado.
7-Los recursos son limitados.
8-Debes hacer caso a tu religión.
9-Dios vigila tus pasos.
10-Sé un hombre de provecho.

Bien. Hoy ya no soy tan pequeño (dentro de un mes cumplo 41 años). Y afortunadamente ya he descubierto que todas aquellas cosas que me enseñaron (con buena fe, eso sí) no son más que una serie de patrañas y mentiras. Así que me he tomado la libertad de hacer algunos cambios. A saber:

1-La vida es maravillosa. Y fácil. Tremendamente fácil. Vivirla, tiene sus cosas. Pero es lo mejor que tenemos, el mejor regalo. A nadie se nos exige nada para lo que no estemos capacitados. Vivir es aprender. Y la vida, una escuela maravillosa.
2-A lo que te resistes, persiste. Déjalo venir y actuar. Entonces sabrás qué hacer.
3-La ambición, afortunadamente, tiene muchos, muchísimos más ámbitos que lo laboral.
4-Hay que ser "a favor" de todo aquello que te guste.
5-Los pies en el suelo..., para caminar. Un ser humanos sin sueños es como unos genitales sin escroto: se cae y duele.
6-La mente humana no tiene límites. El día que descubramos toda nuestra capacidad, nos asombraremos.
7-El universo es abundancia. La prueba es que si nos falta de algo..., sabemos cómo sustituirlo por otra cosa.
8-La única religión que no está manchada con sangre, ambición, poder y manipulación es la religión del espíritu.
9-Dios tiene un enorme sentido del humor y no lleva las cuentas de nada ni de nadie.
10-Un hombre de provecho es aquel que, pase lo que pase, nunca deja de sonreír y siempre tiene esperanza en el siguiente minuto que está por venir.

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