lunes, 6 de diciembre de 2010

25-09-2009

    Cuando estás cansado y cierras los ojos, es como si no vieras nada, viéndolo todo en realidad. Y si tenemos en cuenta que todo pasa al mismo tiempo debido a que el tiempo no existe, llegamos a la conclusión de que un segundo es una eternidad y una eternidad un segundo de una densidad ilimitada. Lo que hagas no importa nada y, al mismo tiempo, todas tus acciones tienen una astronómica importancia. Somos almas en un viaje eterno que no tiene ni principio ni fin.

    Quisieron enseñarme a ocultar los sentimientos pero no lo consiguieron. Y me alegro.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario