domingo, 5 de diciembre de 2010

15/03/2007

Puede que no existan, en el fondo, ni los buenos ni los malos tiempos. Posiblemente el mejor tiempo siempre es aquel que está por venir. No soy adivino, afortunadamente. Por eso creo que es bueno tener siempre un pedacito de esperanza bien sujeto al corazón para, llegado el caso, seguir mirando hacia delante. Y en cuanto al ayer…, sabias lecciones que me enseñó la vida fue. 

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