lunes, 6 de diciembre de 2010

24/12/2007

    Feliz Navidad, Leandrito...

    ¿Y bien? ¿Cómo lo celebrasteis por ahí? La verdad es que no lo imagino. En el fondo algo me dice que esas fiestas no se celebran por los lares por donde tu andas. Y me alegro, mejor así. Ya hace unos meses de tu visita. La verdad es que fue muy original. Y la que le hiciste a Kike está llena de misterio. Bien por ti. Como sabes, sigo por aquí con mis andanzas. ¿Recuerdas queme decías que era bueno hacer turismo? El otro día me fui a Cambrils. Bonita ciudad, nen. Había y hay un sueño en esa visita, lo sabes. Ya veremos.

    ¿Y qué te puedo contar, amigo mío? Por aquí nos acordamos mucho de ti el Kike y yo. Hecho de menos aquellas largas conversaciones que teníamos sobre lo divino y lo humano, apurando cigarros sin parar tratando de llegar a alguna conclusión que, como en este tipo de temas, siempre se quedaban en hipótesis de pensamiento. Hoy hace cuatro meses de aquello, de tu gran salto al vacío de seis pisos. ¿Cómo fue la caída? A ojos de un observador, un suspiro, sin duda. ¿Y a los tuyos? Eternos, quizás. Cabroncete..., me dejaste cojo. Recuerdo que muchas veces me habías dicho que tu y yo éramos como "la extraña pareja", como Jack Lemon y Walter Mathaus. Y algo de verdad había. Quedó tanto en el tintero, amigo mío. Tu último servicio a los de aquí abajo fue enseñarnos lo que no hay que hacer. Pero te recuerdo con cariño. Y te añoro con tristeza.

    Por aquí, bueno, ya me ves. La cena de hoy ha sido un medio desastre. Mamá..., pues eso..., lo de siempre. Ciertamente, no son las mejores Navidades. No.

    Pero ya conoces mi filosofía de vida, mi añorado amigo. Una filosofía que a ti te faltó, y mira que intenté enseñártela. Pase lo que pase..., ¡sonríe! Incluso cuando llores..., ¡sonríe también! Porque cuando nacimos nos hicieron un regalo maravilloso. Un regalo dotado de alegrías y penas. De emociones y desengaños. De bajadas y subidas. De amores y desamores. De logros y frustraciones. Un regalo como no recibiremos otro: LA VIDA.

    Te añoro y te seguiré añorando lo que me quede de vida. Te quise mucho y te seguiré queriendo mientras viva. Y viviré y seguiré amando la vida mientras viva. Y..., ya sabes..., la segunda "visita"..., cuando tu quieras...

    Te quiero, muchacho...  

No hay comentarios:

Publicar un comentario