domingo, 5 de diciembre de 2010

17/08/2006

Lo que no hayas podido o sabido hacer en esta vida ya lo harás en la siguiente. No te apures. Hay un número elevadísimo de vidas por vivir. Eso sí, ninguna como la que vives ahora. Las otras serán mejores…, pero diferentes a esta que vives ahora.

No seas tonto. No todos tus deseos se harán realidad. Eres humano.

Llorar nos hace humanos. Aguantarnos el llanto nos insensibiliza. Y, por cierto. Los hombres también lloramos, afortunadamente. Solo los necios y los cobardes opinan lo contrario.

¡Oh, Maestro! ¡Queda tanto por hacer! ¡Tanto por aprender! Es verdaderamente largo el camino por recorrer. Y, como aquel que dice, solo estamos empezando el comienzo de la infinitésima parte del recorrido. No quieras correr, mi niño. Hacia donde vas no existe el antes ni el después. Ni tienen cabida lo rápido ni lo lento. Ni el hoy ni el mañana. Por eso, camina lo que tengas que caminar. Sin vocear tus creencias. Sin avasallar con tus ideas. Porque lo que tenga que suceder, sucederá.

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