domingo, 5 de diciembre de 2010

28/03/2007

¿Estás cansado? Descansa, mi niño. ¿Tu cuerpo te pesa demasiado por fuera y por dentro? Aligera el interior abandonándote en las manos del Padre; sabes que funciona. El exterior…, déjalo para más tarde, como siempre. ¿Ganas de que todo termine? Todo llega, pequeño. Y todo pasa como tiene que pasar. Dale tiempo al tiempo y permite que las cosas fluyan, muchacho. Mientras hagas lo que puedas y de la mejor manera que sepas en el momento, el resultado, lo entiendas o no, será como debe ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario